Tomando el fresco sobre
el puente la luna y yo quedamos solos.
Es es un trocito de magia
que sale cada noche tanto en los mejores como en los peores momentos
para recordarnos que el próximo es un buen día... reflexionar siempre es bueno, pero cuando te acompaña la luz de la luna, el momento se complementa a la perfección.
Córdoba. Cañas, aromas y equilibrio entre gentes
de muchos lugares. Recordando esa brisa nocturna que soplaba de
frente a mi cara por encima de las aguas del Río Guadalquivir y
acompañado por la luz de la luna la cual intentaba alcanzar toda su
plenitud con el paso de los días.
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